Un día Pepito había comprado un cactus en Madrid. De repente un día había un sol que tiraba patras.Y un día el cactus se había quemado y le dijo Pepito:
-Llevás muchos días sin comer- le dijo el cactús nada namás que tengo alergia al sol porque no me lo habías dicho.Y ahora hablas porque me habías engañado.
Y un día llovio y tenía frio.
Y por fin nada más qué tenía hambre.
Y un día Pepito sonó que el cactús estaba en el funeral.
Amine
Amine
1 comentario:
muy Bonita la historia , pero me da 1 poco de pena ese pobre cactus ¡mira que tener alegia a el sol ¡ Nacho.
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